El avance en la construcción del Tribunal de Justicia Administrativa de Michoacán (TJAM) como un órgano paritario, respetuoso de los derechos humanos y comprometido con la equidad, es un trabajo conjunto.
“No habríamos logrado impulsar estas materias a través del Comité de Género, sin apoyo del Pleno y de todas las personas que integran al TJAM”, reconoció este jueves la magistrada Lizett Puebla Solórzano.
Durante la inauguración del Taller de Capacitación “La importancia del lenguaje incluyente en el ámbito jurídico”, la magistrada, quien preside los Comités para la Igualdad de Género, y de Ética en el TJAM, destacó la importancia de estos rubros para garantizar una impartición de justicia administrativa igualitaria en nuestra entidad, a la vez que agradeció “la disposición del personal para capacitarse en estas materias, que resultan fundamentales para nuestro desempeño jurisdiccional”.
A propósito del Taller, la magistrada Lizett Puebla Solórzano comentó que es un ejercicio compartido con la Casa de la Cultura Jurídica de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) en Morelia, la cual dirige la maestra Estrella del Rocío López Maciel quien, precisamente, sustentó esta primera sesión de capacitación en materia de lenguaje incluyente a integrantes y titulares de las Salas Ordinarias y Especializadas y los Juzgados, además de la Contraloría Interna y las áreas administrativas del Tribunal.
Capacitarnos en este rubro no es una cuestión menor. Refirió la magistrada Puebla: “el tema es fundamental porque incide en la redacción de nuestras sentencias”, y no como un asunto de forma, sino de fondo, para garantizar el cumplimiento de derechos. Ejemplificó:
“Cuando se redactó la Constitución Política de 1917, y se especificó que “todos los mexicanos” podían votar, no eran todos porque en esa época las mujeres no podían ejercer este derecho; por eso se organizaron y se impulsaron movimientos sufragistas en el país, cuyos contrarios se amparaban en el texto constitucional para decir que, según éste, sólo los hombres, los ´mexicanos´, podían ejercerlo… Esa es la importancia de que tengamos un lenguaje incluyente”, afirmó.
Al final, de lo que se trata es de “construir una nueva cultura… Como integrantes de una institución que imparte justicia, es nuestra responsabilidad hacer que las realidades cambien, que se transformen los paradigmas, y que demos un giro en la forma de usar nuestro lenguaje: porque el trabajo que hacemos sirve de guía para quienes buscan una sociedad más igualitaria e incluyente”, expresó el magistrado Sergio Alberto Martínez Ocampo, responsable de la Quinta Sala Especializada en Materia Anticorrupción y Responsabilidades Administrativas.
El magistrado Santiago Manzo Chávez, quien dirige la Tercera Sala Administrativa Ordinaria, subrayó a su vez la importancia del lenguaje inclusivo en un organismo que, como el TJAM, se sustenta en el respeto a los derechos humanos y en el principio de la no discriminación. “Estamos comprometidos con la igualdad sustantiva, porque es esencial en el ejercicio jurisdiccional, especialmente cuando se reconoce que la discriminación hacia las mujeres ha estado muy presente, históricamente hablando”.
El Taller “La importancia del lenguaje incluyente en el ámbito jurídico”, se da en el marco de la colaboración institucional entre el TJAM y la Casa de la Cultura Jurídica de la SCJN, y es también uno de los trabajos impulsados por el Comité de Género durante el año, a fin de concretar un nuevo modelo de justicia administrativa con carácter igualitario.
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